Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL


100417
Legislatura: 1901
Sesión: 27 de Enero de 1902
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 104, 2149-2150
Tema: Crisis minera

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Es exacto cuanto ha manifestado el señor López Parra, pero como se trataba de un asunto tan particular, aunque de importancia, y de un asunto hasta cierto punto técnico, o que se roza mucho con la parte técnica, me parecía a mí que satisfaría mejor los deseos del Sr. López Parra encomendando, por lo menos, la primera contestación al Ministro del ramo que entiende en la cuestión de minería, y por eso manifesté yo a S. S. que, aunque era un asunto de gobierno, era al propio tiempo un asunto privativo del Ministerio de Agricultura, que tiene a su cargo la cuestión de las minas, por lo que estimaba que ése era el Ministro más indicado para contestar a S. S. en la interpelación, sin perjuicio de la parte que yo me viera obligado a tomar en el debate. Pero como el Sr. Ministro de Agricultura (que es a quien me he referido en mis primeras palabras al Senado), se halla completamente afónico y me ha participado que no podría venir, avisé al señor López Parra que, si quería aplazar la interpelación para mañana se lo agradecería, porque el señor Ministro encargado de contestarle se había puesto enfermo. Estoy en el mismo caso que S. S. Yo creo que el Sr. López Parra quedaría mejor servido tratando este asunto con el Sr. Ministro de Agricultura, que es el verdaderamente técnico para las cuestiones de minas, sin perjuicio, repito, de la parte que yo pudiera tomar en la discusión, si es que S. S. tiene gusto en que yo le conteste. Si el Sr. López Parra quiere explanar desde luego su interpelación, todo será que tenga una respuesta menos satisfactoria de la que S. S. desea, pero estoy a su disposición, porque yo no rehúyo ningún debate, ni ninguno de mis compañeros.



VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL